Este año se cumplieron 40 años de la invención del teléfono celular, el jefe del proyecto se llamaba Martin Cooper y su objetivo era crear un aparato móvil con el cual se pudieran hacer llamadas telefónicas. Cuatro décadas después, una de las funciones menos utilizadas en estos aparatos es la de comunicarse vía voz con un interlocutor. La comunicación se ha convertido en un ejercicio de escritura / lectura o en pequeños (a veces) mensajes de voz.

Y aún así el ‘teléfono’ móvil tiene su mayor uso en la pantalla para reproducir contenido, entendiendo por ‘contenido’ videos y fotos, que son lo que más se comparte en línea. Con esto en mente, realme diseñó el realme 11 Pro+ sin que el volcarse en satisfacer ciertas necesidades a los usuarios significara empeñar medio año de sus quincenas.

La creación de este dispositivo, o al menos eso parece desde su exterior, está en la cámara de 200MP (pocas cámaras en el mercado tienen esta resolución, y la mayoría en esta categoría cuestan, de menos, el doble). El diseño estuvo a cargo de Matteo Menotto, quien trabajara también para marcas de lujo como Bulgari o Gucci y si se acuerda uno del FIAT 500 by Gucci presentado en México en 2011 verán un guiño de la marca italiana en el diseño trasero de este teléfono móvil.

La cubierta de piel vegetal (es como la describen los mercadólogos en realme) tiene una textura que hace que uno dude si ponerle o no la cubierta de protección que viene incluída. La misma piel (disponible en beige, verde y negro) hace distinguir al realme 11 Pro+ de un mercado inundado mes a mes de novedades, esta tiene una costura de arriba hacia abajo que le da carácter el diseño. En la parte superior, ‘como un Sol’, según el diseñador, está el gran círculo que agrupa a los tres lentes del modelo, siendo la estrella la cámara con el sensor de 200MP, tecnología QDP que permite enfoques rápidos y OIS Estable para mantener el enfoque y captura no importando el movimiento. El Zoom 4x en el sensor permite que los acercamientos no solo sean asombrosos sino, gracias al software, también claros. En el modo ‘Alta Resolución’ de la cámara se obtienen imágenes dignas de una revista impresa.


Desgraciadamente el modo Alta Resolución no tiene Zoom, sus fotografías ocupan bastante memoria (tiene 512 GB de Memoria Interna), pero son excepcionales. En todos los demás modos no solo son fáciles e intuitivos de utilizar (con un solo toque se hacen los acercamientos) y llama la atención no solamente el modo nocturno (en realidad para poca luz) y el estrellado, con el cual podemos capturar escenas con todo y estrellas por las noches (todo con el tamaño y resolución adecuada para el mundo digital).

La cámara de selfies, de 32 MP tiene la misma nitidez y la misma facilidad de uso dado el software. La pantalla está a la altura, con 20 mil niveles de brillo ajustable (recomiendo quitar el automático porque al pasar debajo de un árbol el teléfono piensa que anocheció), 1070 millones de colores y se ha mejorado el software de toques accidentales junto con el touch, lo que ya coloca a este modelo insignia de la marca a la altura de su competencia en el mercado de lujo. Con los bordes de la pantalla curvos, hace juego perfecto con la sofisticación de su diseño y con los bordes ultraestrechos se maximiza el tamaño de la pantalla. La batería de 5000mAh se puede cargar al 100% en menos de media hora (obviamente trae el cargador incluido) y promete 17 horas de YouTube (se pueden tener abiertas más de 15 aplicaciones sin que el procesador sufra en su desempeño, pero la batería sí se ve comprometida).


La marca promete tres años de actualizaciones para mantener el modelo al 100% en su desempeño, el cual hemos comprobado durante casi un mes, que es fantástico, máxime si consideramos que el modelo está por debajo de los 10 mil pesos.

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By Jacobo Bautista https://twitter.com/JacoboBautistaR