La cámara anecoica de la UNAM: Se encuentra en uno de los espacios científicamente más intrigantes de América Latina: una sala tan silenciosa que los visitantes afirman oír su propio sistema nervioso. La cámara anecoica de la UNAM no es sólo un centro de investigación, sino una paradoja experimental en la que la ausencia de sonido resulta abrumadora.
A diferencia de las salas insonorizadas ordinarias, la cámara anecoica de la UNAM está diseñada para eliminar el 99,99% de las reflexiones de sonido, creando un fenómeno conocido como acústica de campo libre. Los elementos clave de diseño incluyen

1-Aislamiento de triple capa: La cámara está revestida de hormigón grueso, acero y materiales amortiguadores especializados para bloquear el ruido externo procedente del zumbido urbano de Ciudad de México.
2-Absorbedores en forma de cuña: Miles de puntas de espuma de fibra de vidrio revisten las paredes, el suelo y el techo, cada una calibrada para disipar frecuencias sonoras específicas.
3-Suelo flotante: Toda la estructura descansa sobre muelles que absorben las vibraciones para evitar interferencias sísmicas, una necesidad en un México propenso a los temblores y terremotos.
4-Blindaje electromagnético: La malla de cobre incrustada en las paredes bloquea las ondas de radio, lo que permite realizar pruebas precisas de antenas y dispositivos inalámbricos.

Aplicaciones de vanguardia
Mientras que la mayoría de las cámaras anecoicas se utilizan para la investigación acústica, la instalación de la UNAM tiene aplicaciones multidisciplinares:
1-Neuroacústica: Los investigadores estudian cómo el silencio prolongado afecta a la actividad cerebral, con algunos sujetos reportando alucinaciones auditivas después de 20 minutos.
2-Ingeniería aeroespacial: La Agencia Espacial Mexicana (AEM) ha utilizado la cámara para probar sistemas de comunicación por satélite.
3-Preservación cultural: instrumentos prehispánicos poco comunes, como los silbatos mayas, se han analizado aquí para reproducir sus perfiles sonoros originales.
4-Tecnología de consumo: empresas mexicanas utilizan la cámara para perfeccionar auriculares con cancelación de ruido y programas de reconocimiento de voz.

¿Puede visitarla el público?
Depende, ya que por lo regular el acceso está estrictamente limitado a investigadores, ingenieros y grupos académicos autorizados. Sin embargo, la UNAM incluye ocasionalmente la cámara en su evento de puertas abiertas llamado “La Noche de las Ciencias”, donde los visitantes pueden entrar durante periodos cortos bajo supervisión. Las personas que deseen acceder deben ponerse en contacto con el Instituto de Ingeniería o el Departamento de Acústica para obtener autorización.
El experimento psicológico:
¿Qué pasa cuando entras?
Algunos testimonios de investigadores y visitantes revelan lo siguiente:
1.Gente que afirma escuchar sus latidos del corazón y hasta su esqueleto; La falta de ruido externo hace que los sonidos corporales internos se vuelvan presentes y fuertes a medida que el tiempo pasa, lo que puede provocar que escuches tu corazón de manera fuerte y clara.
2.Distorsión del tiempo: Las personas han afirmado haber estado horas dentro de la cámara anecoica cuando en realidad solo han sido minutos. Esto se debe a que al no tener señales auditivas se pueden experimentar ansiedades que hacen que el tiempo “pase más lento”.
3.Alteración del equilibrio: Varios investigadores han tenido problemas de equilibrio al estar dentro de la cámara anecoica; ya que el oído interno es responsable de la orientación, y al estar en absoluto silencio lo que para nada es algo normal para el oído se sienten mareos y desorientación en las personas.
4.Sonidos fantasma: Muchos afirman oír susurros o timbres inexistentes, un fenómeno llamado pareidolia auditiva, esto se debe a que el cerebro intenta interpretar estímulos auditivos ambiguos haciéndolos coincidir con patrones familiares, lo que a menudo conduce a la percepción de voz o música donde no la hay.
Ojo, esto no le ocurre a todas las personas que entran a la cámara anecoica, solo son síntomas que pueden llegar a presentarse pero no siempre es así, no todos van a experimentar la cámara anecoica de la misma manera, sin embargo se sabe que entre más tiempo estés dentro de una cámara anecoica más serán las posibilidades de experimentar ciertas anormalidades como las anteriormente mencionadas.
Conclusión:
La cámara de la UNAM es una de las tres únicas instalaciones anecoicas en América Latina con este nivel de precisión. En ella se han realizado experimentos para colaboradores de la NASA, analistas forenses de audio e incluso músicos que buscan experiencias de sonido puro. Esta cámara no sólo silencia el ruido, sino que revela hasta qué punto el sonido moldea la percepción humana. Para los que entran, el descubrimiento más profundo no es científico; es darse cuenta de que el verdadero silencio no calma la mente en realidad la amplifica.
