En la década de los 70, Opel lanzó al mercado un coupé compacto de tintes deportivos llamado Manta que tuvo dos generaciones, siendo el último año de producción en 1988 pero que ahora la marca alemana revive a modo de eléctrico.

Antes de hacernos ilusiones, se trata de un auto de exhibición pero que adelanta el futuro eléctrico en Opel pues GSe hace referencia a una gama de alto desempeño sin emisiones, algo así como en su momento fue GSi con modelos como Astra, que tuvimos en México. Además, es un auto que celebra los 50 años de Manta, manteniendo su estética clásica con toques modernos.

Si bien la carrocería es totalmente retro, el frente lleva lo que se denomina como Pixel-Vizor, un display donde se albergan los faros con el diseño actual de la firma y en lugar de parrilla, el emblema junto con algún mensaje de bienvenida. La parte trasera continúa con el diseño clásico pero con tecnología LED para las luces mientras que la pintura amarillo brillante se contrasta con el cofre negro además de unos rines de 17 pulgadas.

El interior mantiene el volante de la época pero destacan los asientos deportivos y que todo está forrado en Alcántara además del cluster de instrumentos de 12″ y pantalla de infoentretenimiento de 10″. Haciendo juego con el exterior, las costuras y elementos contrastantes son en amarillo.

La fuente de poder es una batería de 31 kWh capaz de generar 147 hp y 166 lb-ft con 200 km de autonomía donde lo curioso es que lleva una transmisión manual de 4 velocidades para hacer el manejo más divertido aunque si se desea que los cambios se hagan por cuenta propia, sólo es necesario engranar 4ª y arrancar.

Así como sucede con muchas otras marcas, Opel está camino a la electrificación y eso incluye también productos más emocionales con la futura gama GSe, por lo que podríamos esperar quizá algún Corsa, Astra o Insignia de alto desempeño sin preocuparse por gasolina.

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