El nombre Cavalier lleva una larga historia en nuestro país que en 2018 retomó su camino con un nuevo sedán. Ahora, recibe un rediseño que lo hace ver más deportivo pero sobretodo, un nuevo motor turbo en todas sus versiones que combina eficiencia con una buena respuesta, siendo una alternativa interesante dentro del segmento.

A nuestras manos llegó en versión RS, que es la tope de gama y se caracteriza por distintivos estéticos que suman a ese aspecto más deportivo que ya tiene de origen, con emblemas negros tanto para el corbatín de Chevrolet como para los diferentes anagramas en la cajuela a excepción del alusivo a la versión, que es rojo. Los rines son bitono de 16″ con diseño de hélice que complementan la fascia más prominente con parrilla tipo panal así como el alerón en la tapa de la cajuela de color negro.

Tras ponernos cómodos en el interior, es momento de comenzar a manejar, principalmente por ciudad pues varias actividades surgieron durante esa semana de prueba. Con tanque lleno nos dispusimos a arrancar todos los pendientes y es que una de las premisas de este motor es que equilibra eficiencia con dinamismo pues se trata de un pequeño bloque tricilíndrico turbo con 161 hp pero los tecnicismos llegarán después.

La cabina tiene una ambientación sobria pero bien distribuida en cuanto a todos los controles y espacios de almacenamiento. Los asientos vienen forrados en tacto piel negro con detalles rojos y los delanteros con calefacción que otorgan buen soporte para pasar largas horas sentados. El tablero, aunque es de plástico rígido, tiene una franja también en tactopiel negro perforado con costuras rojas que le dan un toque atractivo. Agradecemos que el uso de negro piano es poco, lo que ayuda a que el interior se vea limpio por más tiempo.

Tecnológicamente encontramos una pantalla táctil de 8″ compatible con Apple CarPlay pero como nuestros dispositivos son Android, tuvimos que usar Bluetooth para poder emparejarlos. Aunque no es algo de vida o muerte, sí se extraña poder hacer este enlace con mayor agilidad. Eso sí, el sistema operativo es rápido y fácil de usar pues además de los íconos táctiles cuenta con botones físicos. Otra pantalla la encontramos en el cuadro de instrumentos enfocada a aspectos del manejo, como consumos, medidor Eco, velocidad en formato digital, entre otros. Es un display de 3.5″ a color que se manipula con una perilla en la palanca de las direccionales con facilidad de lectura y operación en cualquiera de sus menús.

Sorprende el gran espacio interior y es que si estás pensando en un sedán para llevar a la familia, Cavalier lo tiene de sobra.

Ahora sí, volviendo a temas técnicos, la nueva mecánica en cualquiera de las 3 versiones disponibles es un motor de 3 cilindros de 1.3 litros turbo que genera 161 hp y 169 lb-ft con transmisión automática de 6 velocidades. Podrá sonar que es un motor pequeño pero la verdad ni se nota al momento de manejarlo. Al momento de comenzar a rodar por las calles de la CDMX se nota suave y silencioso e incluso cuenta con sistema start/stop que apaga el motor en detenciones para ahorrar combustible. Al momento de incorporarnos a avenidas grandes, la respuesta es inmediata, con muy poco lag. La transmisión también hace su labor ágilmente para poder alcanzar el ritmo de los otros vehículos e incluso cuenta con un modo Sport cuyo botón está ubicado en el volante. Curiosamente no tiene un modo Eco que podamos encender o apagar a voluntad sino que existe un testigo que enciende cuando estamos manejando de la manera más eficiente posible.

La Ciudad de México siempre es impredecible en cuanto al tráfico y en esa semana de prueba recorrimos más de 300 km solamente de caminos urbanos pero recorriendo zonas como Santa Fe, el aeropuerto, sur de la ciudad y horas pico resulta todo un reto para cualquier vehículo en el aspecto de la eficiencia. A pesar de todo esto, promediamos 11.5 km/l que en términos de «cuánta gasolina tengo» nos quedó arriba del 1/4 de tanque pero por debajo de 1/2.

Un punto a favor es la suspensión trasera multilink, la cual es cómoda para ciudad y que durante su lanzamiento, con manejo en carretera, vuelve divertida la experiencia de conducción. Por otro lado, la cabina es muy silenciosa y todo se percibe bien armado.

Sobre el tema de seguridad, todas las versiones ahora cuentan con iluminación LED de encendido automático, incluyendo luz antiniebla trasera, que mejora la conducción nocturna. De serie también incluye control de estabilidad StabiliTrak, monitoreo de presión de llantas, cámara de reversa, frenos de disco en las cuatro ruedas y cuatro bolsas de aire. Solamente la versión RS añade monitor de punto ciego y sensores de reversa.

Sin importar la versión, Chevrolet Cavalier resulta una opción interesante a considerar si estás en la búsqueda de un sedán compacto pues además de espacioso, el manejo y eficiencia son dos de sus mayores atributos. Para incrementar la relación costo-beneficio, nos hubiera gustado mayor conectividad y un par de bolsas de aire adicionales.

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