En 1982 nace lo que muchos apodan como Baby Benz, el modelo que en aquel entonces sería el más pequeño de Mercedes cuyo nombre era 190 y que para 1993 cambiaría a Clase C, un apelativo que hoy en día es más que conocido. Recientemente la casa de la estrella presentó la más reciente generación del compacto, llegando a estándares superiores en el segmento.
De diseño elegante y heredado de Clase S, las líneas rectas y formas redondeadas le confieren un carácter imponente, con paquetes estéticos que cambian algunos acabados para dotarlo de una personalidad más seria o deportiva según sea el gusto de cada cliente. Por primera vez en un Clase C, las luces traseras se dividen en dos secciones, abarcando ahora parte de la cajuela.
El interior es completamente distinto, también siguiendo los cánones del buque insignia, al tener una enorme pantalla de hasta 11.9 pulgadas con sistema MBUX que permite una interacción más natural comandado por la voz del usuario. El cuadro de instrumentos es de hasta 12.3 pulgadas y en él se pueden configurar distintas vistas tanto de información como de estilos.
Por primera vez, todos los motores usados en Clase C serán de 4 cilindros, turbo y con un asistente inteligente eléctrico, que para las opciones mild-hybrid periten mejores consumos así como una mejor transición entre motor de combustión y electricidad en las funciones correspondientes. Para las opciones a gasolina hay potencias de 125 a 258 hp mientras que los diesel son de 200 o 265 hp, con transmisión 9G-Tronic. Opcionalmente está disponible el eje trasero direccional.
Falta esperar para conocer los detalles concretos para nuestro mercado así como fecha de comercialización, pero podríamos esperarlo antes de que acabe el año.
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