Cuando pensamos en vacaciones o en viajes vienen a la mente, hermosas playas con comida deliciosa, o escenarios urbanos espectaculares, incluso la naturaleza esplendorosa desde hoteles con todas las comodidades; sin embargo hay turistas que buscan a veces otro tipo de emociones mucho más estimulantes en todos los aspectos, tanto en lo físico, como en lo espiritual o en lo mental.
Hay sitios como los campos de concentración en Alemania, la zona cero en Nueva York o Hiroshima en Japón, que atraen al turismo que desea conocer algo más allá de turismo tradicional. Hoy te compartimos tres opciones que seguramente te resultarán atractivas. ¿Qué opinas?
Visitar Chernobyl, la planta radioactiva que explotó.
Esta ciudad se volvió tristemente célebre debido a la explosión de su planta nuclear que afectó la vida de miles de pobladores que tuvieron que abandonar Chernobyl hace más de 30 años. La radioactividad alcanzó cientos de kilómetros a la redonda, haciendo el sitio inhabitable y por ende se convirtió en una ciudad fantasma. Los visitantes pueden ir desde la cercana ciudad de Kiev en un autobús, firmar una carta de exención de responsabilidades, se les prohíbe tocar nada y deben estar siendo monitoreados a fin de ver el nivel de radioactividad que hay en sus cuerpos. Aun así resulta irresistible visitar esta ciudad de Pripyat que se encuentra sin seres humanos y solo habitada por la vegetación y animales que la han convertido en su hogar.
Visitar el cementerio de las brujas en Salem
Muy cerca de la ciudad de Boston, se encuentra el poblado de Salem, que se hizo famosa, ya que en el siglo XVII aquí se realizaron una gran cantidad de juicios en contra de mujeres que eran acusadas de brujería y eran ahorcadas, quemadas o torturadas hasta la muerte. Hoy en todo el poblado se respira un toque de magia y misticismo y el panteón donde se encuentran muchas de estas mujeres, tiene un aura muy especial.
Castillo del conde Vlad Drácula
Hay aquí una controversia, pues hay quiens dicen que el castillo de Bran, ubicado en la provincia de Transilvania, en Rumania no es la casa del conde Vlad Tepes, El Empalador, mejor conocido como el Conde Drácula que daría pie a la historia del vampiro del Bram Stoker. Hay otro castillo que se quiere atribuir este crédito y que se encuentra no lejos de ahí; sin embargo para fines turísticos el Castillo de Bran es el que atrae a miles de turistas a este sitio, donde es un hecho que fue capturado y alejado de su esposa y que daría pie a la mítica leyenda del chupasangre.
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By Daniel Torrance