Son algunas bebidas fermentadas que llevan un proceso complejo, el cual puede durar desde meses hasta años para tener el producto adecuado. Las bebidas alcohólicas fermentadas se elaboran mediante la fermentación de azúcares naturales presentes en frutas, miel, cereales o savias.
Este proceso es llevado a cabo por microorganismos, principalmente levaduras, que transforman el azúcar en alcohol etílico y dióxido de carbono. Son parte fundamental de la historia humana en todas las clases sociales, con registros que datan de miles de años atrás.

Seguramente has escuchado más sobre vino, la ahora tan de moda cerveza artesanal, sake (Japón), pulque, tepache o hasta makgeolli si eres afín a la cultura coreana; pero una de las bebidas más antiguas del mundo es el hidromiel, y que últimamente está buscando un spot como otra interesante alternativa a las bebidas alcohólicas ancestrales, la cual tiene sus orígenes entre los vikingos, celtas y otros pueblos antiguos y ocurre a partir de una sencilla fermentación hecha a base de miel, agua y levadura, que era algo con lo que contaban prácticamente todos los pueblos antiguos, ya fueran nórdicos o las zonas de Egipto y fenicios, entre muchos otros.
No se produce con fruta, como el caso del vino, pero derivado de su origen fermentativo se le conoce también como “vino de miel”. Inclusive se han encontrado restos de hidromiel en cerámica de hace más de 7.000 años en China, en la mitología nórdica se asociaba a los dioses y sabiduría, y durante la edad media era popular en Europa, pero perdió fuerza con la llegada de la cerveza y el vino.
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Viajando en el tiempo y hablando de actualidad; pensando en reinventarse y crear espacios únicos, IQOS, una alternativa innovadora al cigarro tradicional que calienta el tabaco en lugar de quemarlo, reduciendo significativamente la exposición a sustancias nocivas; presentó su segunda colaboración del año, como parte de un recorrido que busca abrir nuevas posibilidades a partir de una pregunta poderosa: ¿y si hubiera otra forma de hacerlo?

El escenario fue Colonia Meadery, ubicado en la colonia Juárez. Este es el primer bar de hidromiel en México y un espacio gastronómico disruptivo en la Ciudad de México. La experiencia consistió en un espacio inmersivo sin humo, donde gastronomía y sensibilidad estética se fusionaron en una velada multisensorial diseñada para despertar la curiosidad y repensar la manera en que nos conectamos socialmente.
Colonia Meadery, compartió con IQOS no solo el espacio, sino transformar la experiencia social. El menú fue diseñado exclusivamente para maridarse con hidromiel artesanal, incluyendo sabores como jamaica y guayaba; así mismo, un taller florista intervino cinco puntos estratégicos del recinto con arreglos inspirados en los sabores y colores del hidromiel y las unidades de tabaco, amplificando la atmósfera del evento.

Como dato curioso, en diciembre de 2024, IQOS conmemoró su quinto aniversario en México y una década a nivel mundial. Durante este tiempo, más de 100,000 fumadores adultos mexicanos han dejado el cigarro y han adoptado a este dispositivo como mejor alternativa.
En un mundo donde el consumo ya no se limita solo a lo funcional, el consumo adulto y recreativo ha tomado un rol protagónico en la expresión de identidad, cultura y estilo de vida. Desde una copa de hidromiel artesanal hasta un dispositivo IQOS, los adultos buscan experiencias que vayan más allá del producto: buscan placer, diferenciación, y conexión con valores como la tradición, la innovación y alternativas que transformen el panorama.
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By Ximena Nagano @xnagano Twitter www.instagram.com/xnagano/