Durante la década de los 60’s, bajo los nubarrones y chubascos del puerto británico de Liverpool, la música de 4 genios estaba a punto de cambiar la historia del mundo para siempre, demostrando que más allá de una buena melodía o letras pretenciosas, todo lo que necesitas es amor.

The Beatles es considerada como la banda más exitosa de toda la historia, ya que además de haber transformado la música, se convirtieron en la personificación de la fuerza generacional sesentera e influyeron considerablemente en la cultura popular que se mantiene en la actualidad.

Desde 1956, un joven John Lennon, comenzó a tocar con una pequeña agrupación amateur que nombró “The QuarryMen” y como todo joven apasionado con la música, interpretaba los éxitos de sus grupos y cantantes favoritos pero de una manera muy desprolija e improvisada.

No fue hasta el 6 de Julio de 1957, que un inocente Paul McCartney de 15 años entró a su vida, le hizo ver que la música era más que rasguear una guitarra sin sentido y que fusionando su creatividad podían llegar muy lejos.

A partir de ese momento se valieron de todos los recursos y medios de los que disponían para acrecentar y mejorar sus composiciones, forjando una amistad muy intensa pero también una competencia musical que iría incrementando con los años.

Un poco más adelante en el largo y sinuoso camino, encontrarían a George Harrison que aportó un estilo de guitarra incomparable, que a pesar de estar basado en la construcción básica de acordes y melodías, era alterado por él a voluntad para crear feels y motivos que intensificaron la presencia de la banda en el escenario.

Tocaron en pequeños salones de baile y cafés que los dieron a conocer en Liverpool, fue entonces que iniciaron una pequeña gira en clubes de Hamburgo, donde además de adoptar un estilo muy agresivo y juguetón para la época, integraron a sus filas a un carismático baterista llamado Richard Starkey, el cual pasaría a la historia bajo el nombre de Ringo Star.

Brian Epstein: El rey midas

Tocando covers y algunas canciones originales volvieron a Inglaterra e hicieron parte de su rutina tocar en un club subterráneo ubicado en el número 10 de la calle Mathew en Liverpool llamado “The Cavern” en donde realizaron 292 presentaciones. Fue en este lugar que la banda se hizo de un gran número de seguidores y donde conocieron al hombre que haría detonar la bomba de la beatlemanía: Brian Epstein.

Brian Epstein, quien era dueño de una tienda de discos en el centro de Liverpool, descubrió a la banda el 9 de noviembre de 1961 y a partir de ese momento, quedó embelesado por el encanto natural de los jóvenes y se propuso convertir al cuarteto en la nueva sensación musical del planeta y aseguraba, según testigos cercanos a la banda, que se convertirían en un fenómeno aún más grande que Elvis Presley.

Bajo la dirección y mentoría de Epstein y de George Martin (quién fuera el productor de la banda durante casi toda su carrera), el cuarteto grabó su primer disco en un total de 13 horas y se dispusieron a lanzarlo. Las canciones en ese momento no hablaban de metáforas complejas ni pensamientos introspectivos, sino de situaciones cotidianas con las cuales su público se pudiera identificar fácilmente, específicamente su público femenino, para el cual dejaban entre ver en las letras divertidos juegos de palabras e insinuaciones sexuales, lo cual era muy atrevido para la música y la sociedad de ese momento.

Gracias a su primer disco “Please please me”, comenzaron a realizar giras al interior de Inglaterra y Europa portando trajes y peinados muy distintivos, lo cual se convirtió en un estilo muy popular que cautivo a su público. De este periodo se pueden destacar los lanzamientos de sencillos como “She loves you” y algunas adaptaciones de canciones como es el caso de “Long Tall Sally”.

Cuando el mundo fue Beatle

Con todo el éxito que iban alcanzando de manera desenfrenada y con su aparición en el programa People and Places el 17 de octubre de 1962, la banda se volvió el epicentro de un fenómeno sin precedentes para la época, el cual la prensa nombró “Beatlemanía”, debido a la obsesión incontenible de los jóvenes por la agrupación. Gracias a este fenómeno, The Beatles es considerada como la primera “Boy Band” de la historia y una de las pocas bandas que generó esa cantidad de euforia a nivel mundial.

El siguiente gran paso de la banda que se encontraba encabezando las listas de popularidad en Europa fue la conquista del mercado americano, el cual sería alcanzado por la llamada “Invasión británica” el 18 de enero de 1964 con el éxito de “I want to hold your hand” en el número 45 de la lista Billboard Hot 100.

El posicionamiento de este éxito en el primer lugar de la lista Hot 100 un mes después de su entrada al mercado americano, provocó la euforia de los fanáticos del otro lado del océano y trajo consigo la primera visita del cuarto a Estados Unidos. La llegada de la banda el 7 de febrero de 1964 al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York, fue la consolidación del fenómeno de la Beatlemanía, ya que fueron recibidos por toda la prensa del país y por una multitud de 4,000 fanáticos enardecidos.

Ed Sullivan y Shea Stadium: La cumbre de la beatlemanía

El 9 de febrero de 1964 fueron invitados para presentarse en “The Ed Sullivan Show” por la cantidad de $10,000 dólares americanos con una demanda de 600,000 lugares de personas que querían asistir al foro, cuando solo contaban con 700 espacios para el público, presentación que hasta el día de hoy es considerada un hito dentro de la cultura popular, ya que contó con la cifra récord de 73 millones de espectadores, niveles de audiencia nunca antes vistos en la televisión norteamericana. 

Su presentación en televisión y la exhaustiva gira por Estados Unidos que la siguió, hizo que la banda se quedará de manera permanente en el gusto colectivo del público estadounidense. Su siguiente paso sería la expansión mundial y estos eventos motivaron el deseo de distintos productores de capitalizar el éxito del cuarteto llevándolos a la pantalla grande, fue así que que el 6 de julio de 1964 con el lanzamiento de la película “A Hard Day’s Night” que tuvo un costo de $500,000 USD y recaudó 11 millones, The Beatles extendieron su fama a todo lo largo y ancho del globo.

El éxito de las ventas y la película los llevó a presentarse de manera consecutiva en un periodo de 3 años, pisando escenarios de gran categoría e importancia cultural como el Nippon Budokan en Japón y su gira por estadios en Estados Unidos, la cual es considerada como la primera en su tipo en la historia de la música y de la cual se desprenden 2 de sus presentaciones más icónicas: El Hollywood Bowl en Los Ángeles y el Shea Stadium en Nueva York. 

Esta última presentación es considerada un parteaguas en el concepto y forma de las presentaciones musicales en vivo, debido a que las condiciones y la infraestructura no estaba a la altura de dicho evento el cual contó con una asistencia de 55,600 fanáticos y tuvo que ser realizada con un equipo diseñado especialmente para ese recinto.

El fin de las giras, el comienzo de la creatividad

El peso del éxito y de la fama presionó a la banda hasta el punto en que decidieron dejar de hacer giras en 1966 para solamente enfocarse en la creación de música en el estudio de grabación, al abandonar las giras dejaron en su registro un total de 1400 presentaciones en vivo. La decisión de dejar de hacer conciertos dio como primer fruto el álbum “Revolver” el cual ya perfilaba el estilo de creación que la banda adoptaría en los años consecutivos, incorporando por primera vez elementos de la psicodelia y algunos instrumentos provenientes de la música oriental, así como métricas de composición poco comunes dentro de la música popular.

Este periodo de la banda también es reconocido por la experimentación y creación de técnicas de grabación muy innovadoras para época, esto se puede ver claramente en la canción “Tomorrow Never Knows” la cual es conocida por los extraños sonidos que se escuchan durante la canción, los cuales fueron creados a partir de bucles grabados por los 4 Beatles, cortando la cinta para posteriormente pegarla con el inicio de la grabación y dar un efecto de expansión y contracción del espacio sonoro.

Sgt. Peppers: el legado cultural y el rumor inmortal

La cúspide de la experimentación y creación de la banda llegaría a inicios de 1967, cuando bajo un concepto original de Paul McCartney, la banda grabó el que ha sido reconocido por la crítica como el álbum más importante e influyente de la historia de la música: Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band.

En este disco, la banda descargó toda su influencia de la cultura Hindú y la música oriental, dotándolo de una mística sin precedentes, además incorporaron la sección orquestal como un elemento dentro de la música pop, lo que enalteció sus canciones de una manera magistral y tras 77 horas de grabación, el Sgt Peppers vio la luz el 26 de mayo de 1967. Dentro del concepto de la portada y el albúm hubo una innovación en la industria musical, debido a que la banda quería que el hecho de adquirir el disco fuera toda una experiencia para los fans, pero también, para algunos fans que buscan el lado oscuro de la banda, este disco es el inició de una de las teorías conspirativas relacionadas con The Beatles que más creyentes tiene alrededor del mundo.

“Paul is Dead” es una teoría la cual consiste en la creencia de que Paul McCartney falleció durante las grabaciones del Sgt. Peppers y su trabajo fue terminado por un doble. La portada del disco sería la representación del funeral de Paul y a partir de ese disco la banda dejaría mensajes subliminales en sus canciones para darle a entender a su público que Paul está muerto.

La psicodelia de Magical Mystery Tour y las sombras de The White Album

Pero lejos de la especulación y las leyendas urbanas que la banda generó, su trabajo musical siguió desde los estudios Abbey Road con el disco “Magical Mistery Tour” el cual complementa sus increíbles canciones con un largometraje que desafío todos los paradigmas del cine y la música para ese momento, ya que esta producción con un costo de $107,143 USD está cargada de psicodelia e imágenes muy propias de la contracultura de los 60’s, por lo que no fue muy bien recibida en su momento pero que al paso de los años se ha convertido en una película de culto para los seguidores de cuarteto.

En su siguiente trabajo “The White Álbum”, la banda exploró su lado más rockero y explosivo lo que convirtió este disco en una contrapropuesta a sus ideas expresadas en los 2 discos anteriores. Para este momento la banda comenzaba a dividirse de manera personal, pero eso no afecto para que pudieran crear temas memorables como Obladi-Oblada, la cual fue analizada por expertos y ha sido clasificada como la canción de pop perfecta y científicamente se ha comprobado que mejora el estado de animó de una persona.

El último acto: Abbey Road, Let It Be y la leyenda de The Beatles

Pero como todo en la vida, todo lo que sube tiene que bajar y el declive de la banda se vería acompañada por 2 discos que son considerados su testamento musical: “Let it Be” y “Abbey Road”. De estos 2 últimos discos, se pueden destacar muchos eventos, como la grabación de la película documental “Let it be”, el concierto en la azotea y la mítica foto cruzando el paso de cebra de la calle Abbey Road, pero el verdadero encanto detrás de ellos se basa en el mensaje final de la banda que se puede resumir en la frase que cierra el Medley Abbey Road: “Y en el final, el amor que recibes, es igual al amor que das”.

The Beatles es una banda que ha trascendido el tiempo, las barreras socioculturales, los contextos históricos y musicales de la humanidad, que a través de las generaciones ha sido transformada por su legado, creando un mundo mejor con sus canciones y su mensaje de paz e infinito amor.

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By Angel López Urzúa

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