El mundo culinario es tan vasto como lo es nuestro planeta y cada vez la cocina se diversifica más y más; los platillos de otras partes del mundo están más a nuestro alcance y es gracias a ello que hoy fácilmente podemos tener acceso a comidas tan exóticas o tan distantes como la tailandesa, que ha destacado por sus sabores únicos y característicos del sureste asiático.

Y no hay nada mejor para probar esta comida que el restaurante Saffron, que es el buque insignia del grupo hotelero de lujo Banyan Tree, que cuenta con 2 hoteles y resorts en el país: Cancún (Mayakoba) y Acapulco (Cabo Marqués).

Esta cadena hotelera llegó a México hace ya casi 20 años y se ha posicionado como uno de los sitios más exclusivos para los viajeros, en donde cada habitación y espacio ha sido concebida para el disfrute de los huéspedes, a través de una atmósfera que recrea la ambientación de Tailandia, pero más allá de un concepto estético, trasciende a la experiencia de las sensaciones espirituales, relajantes y armónicas de aquella región y que se pueden vivir en las habitaciones, espacios, albercas, spas, bares y restaurantes y es justo aquí donde Saffron se han esmerado para ofrecer una elegante y exquisita gastronomía de la mano de la chef Chitchom Changson, quien fue nuestra anfitriona junto con el equipo de Banyan Tree en México.

Tuvimos la oportunidad de probar los platillos más representativos de este restaurante con motivo de su festival Loy Krathong, que se celebra cada año colocando flores sobre pequeñas balsas del tamaño de una mano elaboradas con hojas de plátano y donde ponen pequeñas velas e incienso y tiene como propósito de marcar el inicio de un nuevo ciclo, dejar atrás malas vibras, renovar la energía y agradecer a la deidad del río por la vida otorgada a lo largo del año.

Y ¿cómo no agradecer?, si uno tiene la posibilidad de deleitar su paladar con un menú pop-up que incluyó: Pia Pak Sod, que son rollos de vegetales con salsa de chile dulce; seguidos de Phar Takrai Goong, que es una ensalada picante de camarones, mango, hierbas aromáticas y lemongrass; y el reconocido Tom Yang Goong, que consiste en un fusión entre la sopa picante de camarones en perfecta mezcla con el perfume del lemongrass y el kafir, dejando en la boca una serie de sabores delicados, únicos  y sin duda alguna espectaculares.

Pero todavía faltaba de llegar el Pad Thai Goong, que es el platillo estelar del restaurante Saffron y su chef Chitchom, que incluye tallarines de arroz al wok con camarones y salsa de tamarindo, acompañados de ensalada de mango y cacahuate.

La comida tailandesa sorprende con la mezcla de sabores que ofrece, agridulces, aromáticos, fuertes con ingredientes como curry y otros más picantes.

Para el postre y a manera de cierre de este festival de sabores, nos ofrecieron los dulces: Khao Niew Mamoung –que es arroz glutinoso dulce con mango y leche de coco-, rollitos de plátano y Sakoo Cantaloupe, tapioca en salsa de coco dulce, melón y helado de coco.

La gran cantidad de sabores, formas y aromas que integra la cocina tailandesa se suele equiparar a la cocina mexicana. Desde hace 30 años que se estableció el primer hotel en Phuket, en Tailandia, el cuidado y esmero por ofrecer a los clientes una experiencia exótica y de lujo ha sido clave y la han cumplido cabalmente. Su carta, elaborada por la reconocida internacionalmente chef Renu Homsombath, es celosamente ejecutada por chefs tailandeses a lo largo de sus restaurantes esparcidos en 12 hoteles Banyan Tree alrededor del mundo, así como en el barco Saffron ubicado en Tailandia.

Para quienes gustan de sabores y mezclas exóticas y que deseen consentir al paladar además de dejarse envolver por una atmósfera única y rodeados de naturalezas incomparables, sin duda alguna este es el sitio que hay que visitar en cualquiera de los dos destinos que Banyan Tree tiene en nuestro país.

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